La única manera de diagnosticar la enfermedad es a través de un examen de sangre que detecta los niveles de glucosa en sangre.
Existen dos tipos de diabetes. La diabetes tipo I o diabetes insulino - dependiente, que se diagnostica generalmente en la infancia.
La diabetes tipo II o diabetes no dependiente de la insulina es la forma más común de diabetes, se desarolla cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o el cuerpo no utiliza la cantidad de insulina disponible con eficacia.
Los factores de riesgo para desarrollar diabetes tipo II incluyen: exceso de peso, obesidad, edad avanzada, antecedentes familiares de diabetes, diabetes durante el embarazo, falta de actividad física y raza (afroamericano, latino/hispano o nativo americano).
Una persona con diabetes pude tener alguno o ninguno de los siguientes síntomas.
- orina frecuente
- sed excesiva
- pérdida de peso sin explicación
- hambre excesiva
- cambios repentino de la vista
- hormigueo o falta de sensación en las manos o pies
- sentirse muy cansado
- piel muy reseca
- heridas que tardan mucho en sanar o que se infectan más de lo usual
- irritabilidad
La aparición de la diabetes la podemos evitar o retrasar si:
- Cuando se es obeso o se tiene sobrepeso se debe perder peso y se debe disminuir la grasa corporal.
- Controlando el colesterol y los triglicéridos.
- Controlando la presión arterial.
- Haciendo actividad física.